Decir que vivimos pegados a nuestros teléfonos móviles no es ninguna novedad. La evolución que ha experimentado este dispositivo le ha convertido en una herramienta imprescindible en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Entre ellos, el trabajo. Por eso, cuando llega el verano la mayoría intenta desconectar de sus teléfonos para olvidarse de los correos y las llamadas de la oficina. Aunque la realidad es que a muchos españoles les cuesta conseguirlo.
Según los datos obtenidos por Smartme Analytics, el uso del teléfono móvil entre los españoles ha disminuido sólo un 7% en lo que llevamos de verano. Con una media de 1 hora y 59 minutos al día, la información obtenida gracias a la monitorización del uso real del teléfono realizado por una muestra representativa de la población demuestra que este dispositivo sigue formando parte de nuestro día a día en vacaciones con una frecuencia similar al resto del año.
Atendiendo a los usos que le damos en estas fechas, sorprende ver cómo estos días le dedicamos menos tiempo a actividades de ocio y entretenimiento, pero las aplicaciones relacionadas con el trabajo mantienen sus cifras. En efecto, el tiempo que pasamos utilizando juegos o apps de medios de comunicación en el móvil baja un 13% y un 24% respectivamente. Con más actividades de ocio a nuestro alcance en verano, parece que el teléfono no es tan necesario para cubrir esta necesidad, al contrario que durante el resto del año, en el que poder distraernos rápidamente y en cualquier lugar nos aporta mucho valor.
Por el otro lado, las aplicaciones de mensajería y de correo electrónico mantienen sus cifras a niveles muy similares a los del resto del año. Unos datos normales si pensamos en el uso que le damos a aplicaciones como WhatsApp, donde pasamos casi 20 minutos al día, pero que también nos permiten ver cómo muchos no consiguen desconectar del trabajo por muy lejos de la oficina que estén.